Cuando las placas de ateroma se acumulan en las arterias carótidas, pueden desprender fragmentos de trombo o colesterol que viajen y obstruyan arterias cerebrales, ocasionando un accidente isquémico cerebrovascular.
Si la estenosis en la arteria carótida se detecta a tiempo y es superior al 80% de la luz del vaso, está indicada su reparación en la mayoría de los casos, aunque el paciente aun no haya presentado ningún síntoma. Si el paciente ya ha presentado algún síntoma, la presencia de una estenosis por encima del 50% ya puede ser indicativo de tratamiento revascularizador.
Es muy importante que los pacientes de alto riesgo (hipertensos, colesterol alto, diabéticos…) se sometan a programas de cribado mediante ecografía para prevenir un posible accidente cerebrovascular.