
Prevención del Ictus
Cada año, 15 millones de personas en el mundo sufren un ictus, un accidente cerebrovascular que puede afectar gravemente la vida de quienes lo padecen. En España, alrededor de 120.000 personas se ven afectadas anualmente, siendo la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad por daño cerebral adquirido.
¿En qué consiste la prevención del Ictus?
La prevención del ictus se centra en la modificación de factores de riesgo y la adopción de hábitos de vida saludables. Esto incluye controlar la presión arterial, el colesterol y los niveles de azúcar en sangre, evitar el consumo de tabaco y alcohol, mantener un peso saludable, llevar una dieta equilibrada y hacer ejercicio regularmente. Además, es crucial gestionar el estrés y realizar revisiones médicas periódicas.
Consejos para evitar un Ictus
Prevenir un ictus es posible si adoptamos hábitos saludables y aprendemos a reconocer las señales de advertencia. Pequeños cambios en el estilo de vida y una vigilancia constante de nuestra salud pueden reducir significativamente el riesgo de accidente cerebrovascular y proteger nuestro cerebro.
Hábitos saludables:
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Come de forma equilibrada: incluye verduras, frutas, proteínas e hidratos de carbono integrales.
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Controla tu peso: el IMC ideal está entre 18,5 y 24,9.
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Realiza ejercicio regular: camina al menos 30 minutos diarios, usa escaleras y evita el sedentarismo.
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Duerme bien: 7-8 horas diarias mejoran la salud cardiovascular y cerebral.
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Vigila tu presión arterial y colesterol: controles periódicos ayudan a prevenir complicaciones.
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Evita el estrés: combina descanso y pensamiento positivo.
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No fumes ni abuses del alcohol: son factores de riesgo claros.
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Mantén activo tu cerebro: aprende cosas nuevas, debate, lee y desafía tu mente a diario.
Señales de que puede producirse un Ictus
Reconocer los síntomas a tiempo puede salvar vidas. Presta atención a:
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Debilidad o entumecimiento en un lado del cuerpo, con caída de la boca o dificultad para levantar un brazo.
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Problemas visuales repentinos, como pérdida de visión en un ojo o visión doble.
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Dificultad súbita para hablar o entender el lenguaje.
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Mareos, pérdida de equilibrio, dolor de cabeza intenso o hormigueo en un lado del cuerpo.
Actúa rápido: si aparece alguno de estos signos, llama inmediatamente al 112. La intervención temprana mejora significativamente el pronóstico.
La relación con la estenosis carotídea
Una de las causas más frecuentes de ictus es la estenosis carotídea, el estrechamiento de las arterias que llevan sangre al cerebro debido a la acumulación de placa ateromatosa. Esta enfermedad puede ser silenciosa en sus fases iniciales, pero cuando progresa aumenta significativamente el riesgo de accidente cerebrovascular. Detectarla a tiempo mediante ecografía Doppler y tratarla adecuadamente es clave para la prevención del ictus.
Adoptar hábitos saludables y realizar controles médicos regulares no solo protege tu cerebro, sino que también ayuda a mantener tus arterias sanas y reducir el riesgo de complicaciones graves.
Para conocer más sobre los tratamientos para prevenir el Ictus, visita nuestra página de tratamiento de la estenosis carotídea